Comenzamos el día desayunando en el «Sunrise Bakery & Café». Es una dulcería regentada por una familia oriental en la que el café y la bollería estan muy ricos. El lugar luce una A en su puerta así que desayunamos la mayoría de los días ahí antes de poner rumbo a Manhattan. Llegamos al Village más radical y paseando por sus calles, extremadamente adornadas por Halloween, encontramos la famosa «The Magnolia Bakery». Un local de estilo retro famoso por sus aparicion en «Sexo en Nueva York» y películas como «El diablo se viste de Prada». Increíbles el sabor y la apariencia de sus cupcakes.

El siguiente lugar que nos encontramos andando por la zona fue «The White Horse Tavern». Conocida por haber sido importante en la cultura bohemia en los años 50 y 60. Personajes como Bob Dylan o Jim Morrison fueron clientela asidua del local. Llegamos hasta «Christopher Park», donde nos reciben dos estatuas blancas tamaño real que emulan a dos parejas gays. Quedando patente la importancia que tuvo en el inicio de la revolución gay en 1992, cuando se produjo la «Gay Liberation».

No podiamos irnos sin pasar por la famosa fachada de la serie que durante años ví al regresar cada día del instituto y que tanto me hizo soñar con Nueva York. Así que pusimos rumbo a Grove st y estuvimos unos instantes observando el edificio de la serie Friends. En esa misma calle y casualmente probé el mejor café que pude degustar en la ciudad de los rascacielos. Algo caro, pero mereció la pena. Para terminar nos dirigimos hasta «The Cage» también conocida como «La Jaula», con la esperanza de poder ver de algun partido callejero en directo. Pero era viernes por la mañana y los partidos se suceden los Sábados y Domingos. Esta pequeña cancha de baloncesto saltó a la fama cuando en 2001 fue elegida por Nike para rodar un conocido anuncio publicitario.

Nos trasladamos en taxi hasta el «Chelsea Market». Este mercado ocupa una antigua fábrica de galletas Oreo y ha sido reconvertida en este mercado con una veintena de tiendas de alimentación de alta calidad. La jornada termina en la High Line, la idea era comprar la comida en el Chelsea Market y subirla al parque para comer impregnandonos en el ambiente……pero hacía mucho frío o por lo menos eso le parecia a esta Gran Canaria que alucinaba con cada paso que daba por esta bella ciudad. Este parque se caracteriza por ser largo, estrecho y de lo más pintoresco. Inaugurado en septiembre de 2011 y resultado del afán de dos vecinos del barrio (un artista y un escritor) por reconvertir esta vía de tren en desuso en un espacio verde. Algo que cobra fuerza en Nueva York y creo que es un ejemplo a seguir.

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